En el mundo actual se mueven millones de bits cada segundo a través del internet, y cada minuto se produce más y más material digital por parte de las diferentes personas, entidades, gobiernos, etc. dentro de esas cantidades de información que se están creando permanentemente se incluyen muchas de ellas que corresponden a información personal, confidencial, o de índole privado y delicado.

Generalmente las personas que están en ese constante movimiento en la sociedad, están produciendo mucha de esta información, y muchas veces estos datos se convierten en evidencias y parte esencial como pruebas de cualquier hecho punible o demandable, sin embargo, por su complejidad y determinación en el futuro de cada caso judicial, las evidencias digitales toman cada vez más relevancia, haciéndose fundamentales para poder demostrar una teoría o argumento dentro de un caso judicial, pero igualmente, las evidencias son susceptibles a ser alteradas, modificadas y simplemente contaminadas, para ello es necesario que dichas pruebas sean sometidas a procesos de verificación y/o peritaje para poder analizar y comprobar su autenticidad, integridad y disponibilidad.

Teniendo en cuenta que hoy en día la humanidad deja gran parte de su trazabilidad diaria en los medios tecnológicos digitales, hace que estos se conviertan en un elemento fundamental en la incorporación de evidencias a los casos judiciales, y a su vez, la necesidad de expertos en el peritaje informático, con el fin de analizar las evidencias digitales, y poder emitir dictámenes técnicos que ayuden a determinar y resolver interrogante importantes con respecto a los hechos.